El complejo, construido en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Monzón en área de equipamiento de Fuente del Saso en 2015 es un gran ejemplo de instalaciones polivalentes concebidas para durar y para poder evolucionar en el tiempo.
Se trata de un complejo deportivo de alta calidad que está dividido en zonas diferenciadas según el uso que se les quiera dar. Por un lado está la zona de Pádel abierta a todos los aficionados del municipio, con seis pistas cubiertas. Por otro un gimnasio para socios con tres salas diferenciadas en las que se desarrollan diferentes activid31ades con o sin máquinas y por último una zona de restauración y recreación abierta a todo el público.
Como vemos, se trata de tres zonas diferenciadas con usuarios distintos que necesitan cada uno servicios y equipamientos específicos. Además, el hecho de que fuera construido en una parcela cedida durante 50 años por el Ayuntamiento hacía que la responsabilidad a la hora de su ejecución fuera mayor. Nuestro compromiso siempre es con la calidad, pero además en este caso, contaba el hecho de que son unas instalaciones que disfrutarían todos los conciudadanos que lo desearan.
El diseño del complejo fue obra de David Ardanuy, un estudio montisonense que supo poner en valor la complejidad de crear un espacio único con tres usos diferenciados, pero que se percibieran de forma conjunta:
«Para nosotros fue un reto hacer descender una nave de semejantes dimensiones a una escala humana que resultase atractiva, tanto desde el exterior como desde el interior de las instalaciones. Las necesidades vinculadas a las seis pistas se resolvieron mediante un espacio prefabricado, con iluminación cenital y colores neutros que no distrajeran del juego.
Rodeando la parte de la fachada principal, se generó una pequeña estructura que viene a resolver las necesidades de acceso, control y restaurante. Se concedió mucha importancia a la relación interior-exterior para aprovechar la terraza cuando el clima lo permite.
En cuanto a la decoración, se optó por generar un fondo negro en techos bajo el que flotaban diversos paramentos que ocultan las instalaciones y reflejan la luz, todo ello culminado con una lámpara construida exprofeso con el logotipo de la empresa. El resultado es un espacio muy agradable en el que combinar las distintas actividades deportivas con el après-sport en la zona de restauración y terraza.»
En el proyecto se buscó que la luz fuera la protagonista para favorecer el uso deportivo interior huyendo de la sensación de espacio cerrado. Además, se planteó como una instalación de alta calidad tanto por los servicios como por los profesionales que trabajan allí, así que se cuidaron los materiales y los acabados de la instalación al máximo.
De alguna manera, desde Hinaco queríamos rendir homenaje a Monzón, nuestra casa, que además es cuna y cantera de grandes deportistas.